La novena generación de consolas no ha tenido un comienzo fácil, pero la situación se está normalizando y los precios inflados estan dejando de ser un problema para los primeros adoptantes.
Los problemas de suministro causaron incertidumbre en aquellas empresas dispuestas a invertir millones en crear videojuegos, pero de a poco se van resolviendo.
Esto influyó en que algunos juegos anunciados en principio como exclusivos de la novena generación terminasen con un “backport” para la generación anterior, como el caso de Spider-Man Miles Morales.
Los juegos AAA son cada vez más caros de desarrollar, por lo que las empresas no pueden arriesgarse demasiado. Pero 2022 es el año en que la situación empieza a mostrar cambios, con multitud de anuncios de juegos exclusivos para PS5 y Xbox Series X/S que exprimirán mejor el potencial de estas consolas.
Esto no significa que los usuarios de consolas last-gen tengan que empezar a despedirse de ellas, pero si implica que los desarrolladores son conscientes del gran interés por adoptar las nuevas consolas, y cuando el suministro se normalize su adopción masiva está practicamente asegurada.
Como en toda generación, a medida que se vaya ampliando el catálogo con juegos que suban el listón, muchos gamers no dudarán en pegar el salto. La diferencia seguirá acrecentandose con el pasar del tiempo y las limitaciones del hardware anterior se harán más evidentes.
Un hardware que dará la talla por varios años
A diferencia de la generación anterior que nació con un hardware algo justo para la época, la nueva generación viene holgada en este sentido. Si hacemos cuentas del precio que nos sale armar una PC Gamer similar con características comparables terminamos pagando el doble.
Ahí está el enganche de Sony y Microsoft, que no ganan con la venta de las consolas sino con el cánon que pagan los desarrolladores por publicar sus juegos en las respectivas tiendas.
Venimos de una séptima generación que para su época impresionaba, solo recordar la PS3 y su poderoso CPU Octa-Core que no se terminó de exprimir sino hasta finales de generación. La octava generación en cambio vino con un CPU débil de entrada, con una potencia por núcleo que limitó el rendimiento de sus reediciones (PS4 Pro y Xbox One X).
Los años pasaron y para el lanzamiento de PS5 y Series X las cosas fueron más favorables en términos de arquitectura, con un hardware de AMD a la altura. Hoy podríamos decir que la situación post-lanzamiento es más similar a la 7ma generación de consolas que a la octava en tema de prestaciones.
Es la primera generación que ofrece versiones más asequibles sin unidad óptica, pero sin renunciar al SSD para favorecer tiempos de carga fluidísimos. En los juegos de mundo abierto especialmente ya se nota mucho la diferencia, cargando los assets al vuelo.
Otro aspecto que dará más longevidad a las videoconsolas de 9na generación es el fin de la “Ley de Moore”.
¿Que queremos decir con esto? 🤔
Que con la tecnología actual si bien seguiremos teniendo evolución en las arquitectura y reducción de los transistores, no será al mismo ritmo que lo era hace algunos años atrás.
Algo que es evidente con los celulares. Hace una década atrás, con cada lanzamiento los modelos anteriores quedaban muy desfasados en rendimiento, pero hoy en día podemos tirar muchos más años con el mismo celular corriendo apps demandantes.
Los grandes saltos de rendimiento se estan dando forma más espaciada. Esto les dará más años de vigencia a las consolas actuales antes de quedar desfasadas en relación a lo que haya en el mercado, o al menos es lo que suponemos.
El gaming nunca generó tanto beneficio como hoy
No es para sorpresa de nadie que la industria del gaming viene creciendo más fuerte que nunca estos últimos años.
¿Recuerdas cuando con la llegada de PS4 las compañías temian seguir inviertiendo en grandes juegos?
Allá por 2013, la creciente popularidad de los juegos para móvil generaba incertidumbre respecto a la adopción de PS4 y Xbox One.
Se temia que una tasa de adopción por debajo de lo esperado no justificase crear juegos AAA para estas plataformas.
Por suerte esto no ocurrió y los juegos continuaron siendo cada vez más ambiciosos en términos de inversión.
Uno de los sectores más beneficiados por la pandemia
Con el confinamiento, una de las industrias más favorecidas fue el entretenimiento, incluyendo obviamente a los videojuegos.
Las compañias de videojuegos acumularon muchisimas ganancias, lo que da márgen a seguir apostando por crear propuestas tremendamente ambiciosas. Esto coincide con la llegada de una nueva generación que expande el abanico de posibilidades.
Los años 2020-2021 fueron en términos generales muy beneficiosos para la industria, con EA Games cerrando unos resultados fiscales récord en 2021.
La industria del videogame seguirá generando enormes beneficios pese a la incertidumbre económica que estamos atravesando.
Juegos exclusivos para videoconsolas de nueva generación
Es temprano para decir que tendremos una PS5 o Xbox Series X por cada casa, pero los números demuestran el firme interés de los consumidores por adoptar la novena generación.
En lo que queda de 2022 se anunció la llegada de varios títulos que apuestan a exprimir la potencia del nuevo hardware sin concesiones, pero puede haber más de un retraso.
Exclusivos de PS5 y Xbox Series X
Need for Speed (Criterion) – Noviembre 2022
Gotham Knights – Octubre 2022
Scorn – Octubre 2022
The Last of Us Remake – Septiembre 2022
A Plague Tale: Requiem – Octubre 2022
Doke V – 2022 (? Sin fecha confirmada
Avowed (Obsidian) – Sin fecha
Juegos confirmados que no saldrán en 2022
Stalker 2 (GSC Game World) – Se retrasa hasta 2023
Redfall – 2023
Starfield (Bethesda) – Se retrasa hasta 2023
Fable (Microsoft Studios) – Finales 2023 o 2024
Avatar: Frontiers of Pandora (Ubisoft) – 2023
Dead Space Remake (EA Games) – Enero 2023
Alan Wake 2 (Remedy) – 2023
Marvels Wolverine (Insomniac) – Sin fecha
The Outer Worlds 2 (Bethesda) – Sin fecha
Everwild (Rare) – 2023/2024
¿Y tu estás esperando algún juego en especial para la novena generación? Haznoslo saber en los comentarios.